Hola a todos/as. Me
encontraba en el recibidor de toda la vida. Llevaba casi cuarenta años allí,
sin que nadie se fijara en mi. Guardando zapatos, algún viejo periódico para
cuando llueve ponerlo en la entrada de la casa y llaves y carteras en los
cajones. Desde hacía años la carcoma se había apoderado de mi. Tenía mi cuerpo
lleno de cavernas como si fuera un pulmón tuberculoso y nadie ponía
remedio a mi enfermedad. Un buen día llegó Isabel a la casa de mis dueños y
reparó en mí y vio que mi hermosura se había perdido en el olvido de los
trastos. Le propuso a mis dueños una mejora y cambio para mí y éstos no se lo
pensaron. Me llevaron al taller de Isabel y ésta me puso en cuarentena. Atacó
con firmeza la carcoma que me corroía y me dejó en reposo un mes.
Tras ese tiempo y al ver que todavía tenía bichitos dentro de mí, repitió la
operación y me volvió a dejar en reposo otro mes. Me quitó las vendas que me
cubrían para que el producto mata carcomas pudiera hacer su efecto y vio que ya
estaba recuperado para que me hicieran la cirugía estética, con efectos vintage. Chapa y pintura con
la lijadora a fondo, limpieza de herrajes y una pintura
especial que da muy buenos resultados para materiales como el mío. Al final he
vuelto al pasillo de toda la vida, pero ahora con una nueva cara y con ganas de
volver a lucir como antaño. Precio, poco. ¡Valor, muchísimo!
Buhardilla de ideas 2016