jueves, 20 de abril de 2017

UN SOFA SALVADO DE LA QUEMA

Quiero compartir con vosotros mi último trabajo que ha sido una gran sorpresa para mi. Se trata del tapizado de un sofá clásico, al que nunca me había enfrentado. El reto era grande porque mis trabajos de retapizado siempre habían sido entre fáciles y de dificultad media. En este caso el reto era grande porque el sofá contiene formas y molduras que había que arrancar con sumo cuidado  y volver a colocar. El riesgo de rotura era grande. Además, la persona que me pidió que le hiciera el trabajo me trajo una tela rallada lo que añadía dificultad al proyecto, pues debían quedar alineadas y sin ninguna arruga que empañara el acabado. El tapizado del sofá estaba en un estado de deterioro importante, aunque su armazón se conservaba muy bien y su dueña no quería desprenderse de él porque era de su madre y le tenía un cariño especial. A pesar de mis avisos de que podía no tener el acabado que ella quería, se aventuró a dejar el sofá en mis manos y yo me arriesgué. Hay que asumir riesgos si queremos avanzar y mejorar nuestro nivel artístico y técnico. Creo que el resultado es asombroso y ni yo misma doy crédito. He tenido que trabajar duro, pero ha merecido la pena. Ya véis, ¡precio poco, valor mucho!.

Espero que os guste.

Isabel 2017

















No hay comentarios:

Publicar un comentario